MARÍA FELIX 💄

LA ACTRIZ MÁS TEMPERAMENTAL Y SEDUCTORA, CONOCIDA TAMBIÉN COMO ‘LA DOÑA’ O ‘MARÍA BONITA’, ES UN MITO VIVIENTE GRACIAS AL CARÁCTER INDOMABLE QUE DEMOSTRÓ DENTRO Y FUERA DE LAS PANTALLAS

Fue un rostro impenetrable, cargado a partes iguales de belleza y personalidad. “Tanta y tan intensa es su hermosura, que duele”, la definió Jean Cocteau cuando la conoció en un rodaje en 1950. Alguien tan segura de sí misma como María Félix, nunca se sorprendió cuando le llegó el éxito, porque presumía de haber podido elegir el momento. Siempre supo decir “no” a Hollywood y jamás quedó satisfecha de los papeles que interpretó en casi medio centenar de películas. Tal era su desdén, que siempre argumentó para rechazar la llamada del cine americano que “siempre me ofrecían papeles de campesina india y yo no nací para llevar canastas”.

La diva y una de las figuras más importantes de la llamada Época de Oro del séptimo arte de México se llamaba en realidad María de los Ángeles Félix Güereña. Nació un 8 de abril de 1914 en Álamos (Sonora) y, como si lo hubiese planeado, murió el mismo día 88 años después. Conocida por el sobrenombre de ‘La Doña’ a partir de su personaje en el filme Doña Bárbara (1943), también es conocida como ‘María Bonita’ gracias a la canción compuesta exclusivamente para ella como regalo de bodas por el compositor Agustín Lara.

Su padre era descendiente de los indios yaqui y su madre tenía ascendencia española. Tuvo 15 hermanos, de los cuales murieron tres. De niña disfrutó con aficiones propias de los chicos, alejada de los juegos y conversaciones típicas femeninas. María se ejercitó como consumada jinete, subía a los árboles y, por encima de todo, admiró siempre a su hermano Pablo, hasta tal punto que sus padres los separaron por miedo a que la relación pasase de lo fraternal a lo incestuoso y lo enviaron a él a una academia militar. Nunca tuvo buena relación con sus hermanas, quizás por su diferencia física, ya que todas eran rubias por herencia materna, así como por el contraste de personalidad de María respecto a ellas.

La diferencia entre la joven y la arrolladora María Félix y la diva en que se convirtió después fue que a laprimera poco menos que la casaron a la fuerza para que pudiera emanciparse, y la segunda tuvo múltiples amantes y se casó tres veces más, con la fama de hablar en la vida real como lo hacían los personajes de sus películas y convirtiéndose en una especie de ‘mujer fatal’ para el público que la seguía. 

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Casi recién llegada a Ciudad de México, el director de cine Fernando Palacios le preguntó a María en plena calle que si le gustaría hacer cine. Ella respondió de forma directa: “Si me da la gana, lo haré. Pero cuando yo quiera. Y será por la puerta grande”. Y, efectivamente, la puerta grande no tardó en abrirse, y en 1942 rodó El peñón de las ánimas al lado de Jorge Negrete, si bien el éxito le llegaría con Doña Bárbara, un personaje que, a partir de entonces, interpretaría delante y fuera de las cámaras: dura, altanera, dominante, desafiante y lo que se definía como hembra-macha por sus movimientos y forma de hablar. Basada en la novela de Rómulo Gallegos, en la que encarnaba a una mujer soberbia, temperamental y devorahombres. Fue su tercera película y, gracias a ella, María Félix se ganó el mote de ‘La Doña’ y su fama se disparó.

Con su estrellato cinematográfico despertó esa nueva María tan segura de lo que hacía y de lo que podía conseguir y empezó la sucesión de hombres en su vida. “Yo los escogí a todos. Por eso los podía dejar cuando quería. ¿Luchar por un hombre? ¡Hay tantos!”, ironizaba con frecuenta para demostrar su seguridad. Se casó tres veces más, pero sus amores más sonados fueron los que mantuvo con Jorge Negrete y con el compositor Agustín Lara, quien hasta le compuso un himno. 

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María fue una coleccionista de porcelana, alfombras, joyas, plata, chales de cachemira, vestuario chino, libros y muebles antiguos. La mañana del 8 de abril de 2002, el cantante Juan Gabriel, que al igual que Agustín Lara le había compuesto un himno, María de las María, la llamó por teléfono para felicitarla por su 88 cumpleaños. “La Doña todavía no se ha despertado”, le dijo el mayordomo, pero en realidad La Doña ya estaba muerta, el mismo día de su nacimiento, como si lo hubiese planeado para acrecentar su leyenda.

Fue una mujer avanzada a su tiempo y que tuvo un comentario acertado cuando se le preguntaba de política. Es recordada también por su oposición al machismo, sus opiniones sobre el mundo del espectáculo, la moda, su rivalidad con Dolores del Río, sus joyas y sus hombres… porque en el fondo, María Félix continúa siendo noticia en todo el mundo. 

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